DATOS PERSONALES
OSCAR VILORIA H.
CORRIENTES Y CONVERGENCIA
CARACAS - VENEZUELA

MMX - 2010



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BASES MATERIALES DEL DESEQUILIBRIO MONETARIO Y CAMBIARIO
Básicamente, las Reservas Internacionales Netas (RIN) junto con los Otros Activos/Pasivos en Divisas Netos representan las principales[1] Fuentes de Base Monetaria que fungen convencionalmente como el respaldo fundamental, tangible, de los pasivos monetarios que la autoridad monetaria -Banco Central de Venezuela- mantiene con el público e instituciones del Sistema Financiero Nacional.

Contablemente, la Base Monetaria registra el valor de los activos que la Nación tiene bajo la custodia y administración del Banco Central, activos también llamados Fuentes de Base Monetaria:

Reservas Internacionales Netas
Otros Activos/Pasivos en Divisas Netos
• Sector Público Neto
--- Gobierno Central
--- Otros entes del gobierno
• Sector Financiero
--- Bancos comerciales y universales
--- Resto del sistema bancario
• Sector Privado No Financiero
• Instrumentos de crédito emitidos por el BCV.
•Otras cuentas netas
--- Fondos Transferidos al FONDEN
--- Otras
• Patrimonio

Al mismo tiempo, la Base Monetaria registra los pasivos emitidos por la institución bajo la forma de:

• Depósitos de bancos comerciales y universales
• Depósitos del resto del sistema bancario
• Depósitos especiales del público
• Monedas y billetes en circulación

Ambos asientos, activos y pasivos, o fuentes y usos de la Base Monetaria, están expresados en moneda de curso legal, metodología que obliga una sensibilidad nominal respecto a las variaciones del tipo de cambio que es absorbida contablemente como Patrimonio de la institución.

Ahora bien, de los depósitos que el Sistema Financiero Nacional capta del público en general –personas naturales y jurídicas- un porcentaje permanecerá (Reserva Legal) bajo custodia del Banco Central alejado de toda posibilidad para producir más dinero, mientras que sus complementos (Reservas Bancarias) serán sensibles de reproducirse como los Agregados Monetarios (Mi) dentro del Sistema Bancario Nacional.

De ahí entonces que la mecánica de este sistema se inicie determinando a partir de la monetización de los excedentes comerciales y de capital que se registran en la Balanza de Pagos, una cantidad de dinero base[2] constituido por las Monedas y Billetes en Circulación y Depósitos a la Vista[3], con un valor mayor que las Reservas Internacionales Netas[4], valoradas al Tipo de Cambio Oficial. Al mismo tiempo, este dinero base traducirá la capacidad de reproducción monetaria dentro del Sistema Bancario Nacional.

Este viene a ser el extremo del “lazo que amarra” el complejo “cuerpo” o “tejido vertebrado” de las entidades y relaciones, materiales y jurídicas, que definen a la economía real y el perfil de la estructura de la producción interna; donde la presión que ejerza el lazo será fundamental en la determinación de la “motricidad” y “fortalecimiento” de la frágil estructura productiva que caracteriza a las economías que aún no maduran, y también será condición suficiente para determinar la inestabilidad permanente de todos los mercados, cuando el “lazo” puede:

1. Estrangular la fluidez dentro del tejido productivo generando deformaciones en la estructura de la producción interna y
2. Obstaculizar el crecimiento de las industrias o sectores fundamentales: agrícola primario y agro-transformador, seguido de la manufactura como la actividad económica que transforma la producción no característica de las primeras; ó,
3. Contrariamente, pero con la misma capacidad de distorsionar, dar paso a una fluidez innecesaria que buscará y encontrará, siempre e inevitablemente, los canales necesarios para filtrase hacia el exterior del tejido o estructura productiva interna.

EL EQUILIBRIO ENTRE LA RESERVA DE MEDIOS DE PAGO INTERNACIONAL Y LOS MEDIOS DE PAGO DE CIRCULACIÓN INTERNA.
Luego de la monetización de los excedentes comerciales y de capital, internacionales, de su reproducción morfológica en monedas, billetes y depósitos a la vista, y del descuento de la reserva legal a estos últimos, el Sistema Financiero Nacional en el ejercicio de sus funciones de intermediación financiera, será el encargado de operar los mecanismos de reproducción monetaria que permitirá financiar la demanda agregada interna, además de determinar endógenamente su expansión nominal.

Este mecanismo de reproducción monetaria conocido como proceso de creación secundaria de dinero, vendrá sujeto por el lado de la oferta a las restricciones impuestas por las leyes de la República, particularmente, por la Ley General de Bancos y Otras Instituciones Financieras.

Al mismo tiempo, la cantidad de medios de pago que puede generar la banca estará determinada por el lado de la demanda, a los costos financieros, que a su vez inciden sobre:

• La preferencia por la liquidez,
• Las propensiones a pagar en efectivo o con dinero electrónico, y,
• Fundamentalmente las propensiones a financiar o pagar al contado, el consumo de bienes finales, intermedios y de inversión.

La presencia de un cuadro de condiciones que perfilan una adversión hacia la demanda de crédito o endeudamiento, será una distorsión inducida por la previa presencia de un alto volumen de medios de pago relativa a la incapacidad interna para una reproducción real oportuna que se materialice en una cantidad mayor de bienes, de capital, de uso durable y de consumo inmediato.

Ante este escenario, se determinará inevitablemente una expansión de la demanda de importaciones y de activos externos, reales, monetarios y financieros. Todo esto, como filtraciones en el tejido productivo interno determinadas por la recurrente inyección y afluencia de excedentes monetarios improductivos, pero al mismo tiempo, serán estas filtraciones las que permitan ajustar los desequilibrios monetarios y así reducir el impacto nominal sobre los mercados internos.

No obstante, ante un régimen cambiario de imperfecta movilidad de capital, los excedentes monetarios comerciales y de capital de origen externo, serán el resultado de un superávit cambiario que ha de determinar, a su vez, las inyecciones adicionales de dinero base y de nuevos depósitos bancarios de creación secundaria (depósitos contables), cuyo agregado supera a las filtraciones monetarias.

Luego, esta viene a ser la situación o escenario que se perfila como el objeto de interés en el TEMA DE LA SEMANA.

LA VARIABLE OBJETIVO Y LA INSTRUMENTACIÓN MONETARIA Y CAMBIARIA
Básicamente, la acelerada y desproporcionada propagación del desequilibrio monetario hacia la economía real se inicia a partir de la rígida jerarquización de los objetivos de la política cambiaria y de los instrumentos de la política monetaria.

Con el único fin de transmitir estabilidad a los mercados reales y financieros, el objetivo fundamental de la política cambiaria y de la instrumentación monetaria deberá ser la preservación de un nivel de Reservas Internacionales, que se deberá preestablecer a partir de un criterio que garantice rigurosamente la congruencia entre su magnitud y:

1. El tamaño de la economía real, la cantidad de dinero en circulación y el tipo de cambio nominal;
2. Y al mismo tiempo, la custodia y administración única por parte de la autoridad monetaria que es la responsable de controlar la cantidad de base monetaria y la capacidad del Sistema Bancario Nacional para la generación secundaria de depósitos contables.

Convencionalmente, la política cambiaria establece como meta intermedia para alcanzar la estabilidad real, monetaria y cambiaria, un tipo de cambio real en equilibrio. Luego, la autoridad monetaria se valdrá de la instrumentación convencional para inducir los equilibrios en:

• El tipo de cambio real
• La tasa de interés
• El flujo de capitales
• La balanza comercial y de capital
• El nivel de reservas internacionales
• El sistema de precios
• Los mercados internos
• etc.

No obstante, cuando el mecanismo monetario se inicia con:

1. La monetización de los excedentes monetarios comerciales y de capital que traducen el superávit cambiario que hace crecer el nivel de reservas internacionales y de otros activos en divisas;
2. Seguida por la determinación de una cantidad de Base Monetaria cuya estabilidad queda sujeta exógenamente a los factores de desempeño económico nacional e internacional;
3. Continua con la potestad casi infinita del Sistema Bancario de generar depósitos contables susceptibles para filtrase en busca de otras fuentes de beneficio y rentabilidad en los mercados externos;
4. Y culmina con la determinación de una cantidad de circulante y otros medios de pago que pueden exceder la capacidad de absorción productiva de los mercados internos, reales y financieros;

Entonces la instrumentación de las medidas de políticas públicas, monetaria y cambiaria, deberá apuntar necesariamente hacia el objetivo único de estabilizar las fuentes fundamentales de la Base Monetaria.

BASES Y ELEMENTOS PARA LA CONSTRUCCIÓN DEL CRITERIO QUE DEFINA EL ÓPTIMO DE LAS RESERVAS INTERNACIONALES NETAS
Prácticamente, todo excedente de oferta monetaria se solventa y sintetiza en una mayor demanda en los mercados de activos y de capitales, para finalmente converger como expansión de demanda en el mercado cambiario.

Cuando el Sistema Financiero capta los excedentes monetarios que se determinan a partir de un determinado nivel de gasto agregado, estos se reproducirán en una cantidad mayor de medios de pago con la capacidad nominal para financiar posteriormente un gasto agregado interno, mayor. Esta expansión se inicia en el mercado bancario, desde la primera vuelta, y en el mercado de capitales, a partir de la segunda, luego que el dinero retorne como deposito bancario.

En el caso del Sistema Financiero Nacional, la contribución marginal del mercado de capitales en el proceso de intermediación financiera, permite que el análisis concentre su atención en el sistema bancario como el sub-sector de los servicios cuya actividad y desempeño, individual, puede convertirse en la principal fuente de distorsión monetaria y de desequilibrio real, cuando sus objetivos y praxis se desvinculan del entorno macroeconómico y microeconómico. En otras palabras, su función de producción no interpreta las condiciones y restricciones materiales[5] que enfrentan los sectores fundamentales de la producción interna, sector primario y sector secundario, y el reclamo de su contribución estratégica para crecimiento económico.

La hipótesis de una contribución marginal del mercado de capitales dentro del Sistema Financiero Nacional no debe interpretarse mas allá de los que representa, el puro hecho. De lo contrario, el riesgo de inducir una percepción del problema que desemboque en la instrumentación de soluciones no deseadas, de cuestionable efectividad.

Supongamos que ante el escenario de desequilibrio monetario actual y su consecuencia inmediata en el mercado cambiario, el planificador percibe la posibilidad de corregir los desequilibrios monetarios y reales incidiendo sobre la fuente de distorsiones a partir de una profundización del mercado de capitales[6] tal que, permita “canalizar” los excedentes monetarios “huérfanos”[7] de algún medio de reproducción productiva, hacia la economía real. Pues resulta mas que obvio, que todo esfuerzo dirigido en esa dirrección y sentido terminará siendo inútil a medida que los depósitos contables continúen reproduciéndose bajo las mismas condiciones materiales, al tiempo que el desequilibrio persistirá, cada vez, en mayor magnitud.

En tal sentido, la hipótesis de que todo excedente monetario se resuelve en el mercados de activos y el de capitales, y termina filtrándose a través del mercado cambiario, señala que en escenarios de inestabilidad y condiciones materiales adversas como las que exhibe la estructura de la producción interna venezolana, las políticas de estabilización, instrumentadas a partir de las operaciones convencionales de mercado abierto para la absorción monetaria, además de los intentos para profundizar el mercado de capitales, podrán en el breve plazo absorber una parte de la oferta monetaria excedente y canalizar otra por la vía del gasto público.

No obstante, los recursos financieros capatados a partir de la negociación de las emisiones primarias en el mercado de capitales, pueden no traducirse en una mayor inversión bruta fija, pero si, en la diversificación del riesgo de las empresas emisoras.

Por otro lado, esta instrumentación resultará inefectiva para mantener fuera de circulación la cantidad de dinero que se demanda con fines especulativos. Esto será así, porque una vez que los intrumentos son adjudicados al inversionista o especulador financiero, éste los traspasará oportunamente en operaciones secundarias, obteniendo cada vez, una mayor capacidad nominal para la especulación financiera.

Entretanto, la concentración de los excedentes monetarios captados en el mercado de capitales, determinará la ineludible filtración de los mismos, cada vez que no encuentren “la puerta de entrada” hacia la corriente real del circuito económico, pero si, una “rendija” por donde escapar de la dinámica de los mercados internos.

De ahí entonces la hipótesis de que toda inyección adicional de dinero base y su multiplicación como depósitos contables dentro de las instituciones bancarias, fluye para concentrarse como parte del activo circulante[7] en el balance general de las unidades de producción, para luego filtrase hacia los balances internacionales a través del mercado cambiario y, por último, retornar desde los mercados financieros internacionales, “renovando” las fuentes de la Base Monetaria vía Cuenta Corriente y/o Cuenta de Capital.

Luego, la importancia de finalizar esta sección haciendo referencia al modelo de determinación de la tasa de interés de equilibrio en el mercado de dinero.

Este modelo señala que a partir de la manipulación de la cantidad de dinero será posible determinar los cambios deseados en la tasa de interés que ajusta la demanda de dinero al nivel de la oferta de saldos reales. Al mismo tiempo, el modelo también advierte sobre la existencia de una zona para tipos de interés muy bajos en donde el público mostrará su adversión a todo instrumento financiero cuya elasticidad precio-interés sea negativa. Esa zona de divergencia es la que se denomina Trampa de la Liquidez.

Supóngase entonces que la tasa de inflación supera la tasa que remunera los depósitos captados dentro del mercado bancario.[9] Luego, la tasa de interés real negativa, con márgenes significativos entre ambas tasas nominales, impedirá toda posibilidad para inducir la convergencia monetaria a partir de las emisiones de bonos y títulos de absorción monetaria. La explicación a este fenómeno puede desagregarse siguiendo este orden:

1. La tasa de interés se ha reducido a un nivel donde resulta imposible continuar descendiendo.
2. En consecuencia, habrá de esperarse un aumento de la tasa de interés.
3. Si los plazos de vencimiento establecidos para los bonos son muy largos, cabrá la posibilidad que dentro de su vigencia la tasa pactada se vea superada por la de mercado.
4. En otras palabras, para plazos muy largos el rendimiento de los bonos puede ser menor que la tasa de interés de largo plazo.
5. Por último, si bajos estas condiciones, el Estado logra adjudicar toda la emisión o una parte importante de esta, entonces el riesgo se trasladará al mercado secundario en donde la adversión a los mismos podrá determinar su negociación a descuento, con la correspondiente pérdida de capital para los adjudicados de la primaria emisión.

Y serán estas las causas y al mismo tiempo las condiciones que restringen y hasta pueden anular la efectividad de las medidas convencionales de la política monetaria; donde el objetivo final y único debe ser la estabilidad de la corriente nominal del circuito económico en niveles congruentes con el tamaño de la economía real.

Los fundamentos de la política monetaria convencional establecen que bajo régimen de tipo de cambio fijo la política monetaria es inefectiva. Este principio puede explicarse como sigue a continuación:

Supongamos que la autoridad monetaria percibe una inundación de medios de pago en los mercados internos. Ante esa situación el Banco Central instrumenta una medida contractiva de política monetaria que recompone la estructura del activo dentro del “portafolio financiero nacional”, contrayendo la cantidad del circulante al tiempo que se expande la cantidad de valores financieros en circulación. Obviamente, estas variaciones pueden resultar marginales cuando las distorsiones monetarias son profundas y significativas.

Luego, si estas medidas contractivas alcanzan e impactan sobre los niveles de tasa de interés, determinando su aumento, entonces la condición de paridad entre las rentabilidades nacional e internacional puede verse afectada a favor de los mercados nacionales. De darse este caso, cabría la posibilidad de observar:

• Un flujo financiero neto positivo en la cuenta de capital,
• El ingreso de un volumen mayor de divisas,
• Un crecimiento de las Reservas Internacionales y de la Base Monetaria
• Por último, nuevamente la expansión monetaria y el reverso de la tasa de interés.

Luego, de lo anterior se infiere la siguiente “hipótesis corolario":

La inefectividad de la política monetaria en condiciones de tipo de cambio fijo no viene determinada por el régimen cambiario per se. Su inefectividad encuentra como causa fundamental la inestabilidad de los componentes exógenos de la Base Monetaria.


EL ÓPTIMO DE LAS RESERVAS INTERNACIONALES Y EL EQUILIBRIO DEL SISTEMA MONETARIO NACIONAL
Una vez identificados algunos de los elementos que están presentes dentro de los mecanismos monetarios, su grado de recurrencia permitirá definirlos como “probables” factores determinantes del patrón de comportamiento seguido por los mercados financieros nacionales, bancario y de capital, y su incidencia en el mercado cambiario.

Luego, deberá existir entre todos esos factores uno que dentro del ciclo monetario determinado por los mercados financieros se comporte como el “común denominador” presente en todos los mercados, tal que, fungiendo como iniciador de los mecanismos monetarios, sea entonces el factor base que determina las posibilidades de convergencia o divergencia dentro del sistema. En este caso, el sistema monetario y el cambiario, además de la contribución de ambos en el desempeño económico de los sectores de la producción interna, primario y secundario.

No obstante, aceptar la posible “existencia y unicidad” del conjunto de medidas e instrumentos de política monetaria que puedan inducir la convergencia hacia un equilibrio estable, monetario y cambiario, no es del todo fácil.

Más aún, si al mismo tiempo exigimos que el programa sea determinante en la corrección progresiva de las asimetrías y deformaciones presentadas por la estructura de la producción nacional, y en la construcción progresiva del marco de condiciones materiales y jurídicas que son necesarias para el crecimiento equilibrado de los tres sectores de la producción interna.

Ahora bien, para continuar resulta de gran utilidad interpretar los datos registrados el siguiente cuadro.


Los datos, razones y relaciones registradas en el cuadro muestran una situación “atípica” dentro de la contabilidad de la Base Monetaria, originada por el abrupto descenso en el nivel de Reservas Internacionales Netas entre las semanas del 16 y de 23 de enero del presente año.

En efecto, entre esas dos semanas las Reservas Internacionales Netas observaron una variación de -29.8% cuando se contrajeron de 41,039 MM de US$ a 28,805 MM de US$; mientras que, entre las semanas del 02 y el 23 de enero, la contracción observada alcanzo el -31.6%.

Esta singular situación, en el sentido de su abrupto descenso, se tornó para el público en un temor o inquietud con respecto al manejo dado por el Estado a la principal fuente de respaldo monetario a los medios de pago de circulación interna. No obstante, el suceso no debería originar mayores problemas monetarios ya que:

1. Se trato de una transferencia de Reservas hacia el FONDEN por un monto de 12,232 MM de US$,
2. Aun cuando las Fuentes de la Base monetaria no reflejan la destrucción de -26.2 Millardos de Bs.F, la cuenta de Otros Activos/Pasivos en Divisas Netos refleja un aumento de 26.15 Millardos de Bs.F,
3. Tratándose entonces de una recomposición dentro de la estructura de las Fuentes de Base Monetaria que refleja la disminución de los Activos de Reserva y el aumento de Otros Activos en Divisas, por definición para ambas categorías de activos[10], esta última no cumple con los requisitos para respaldar emisiones futuras de billetes y monedas.
4. Al mismo tiempo, la cantidad de Billetes y Monedas en circulación al cierre de 2008 fue de 21.6 Millardos de Bs.F, siendo este monto igual al 43.7% de las Reservas Internacionales acumuladas al 23/01/2009, valoradas al tipo de cambio oficial.

Entretanto, sin cabida a argumentos contables, es posible advertir la ausencia de todo fundamento económico que soporte y justifique ante la inexistencia de una confrontación bélica, los costos materiales y sociales que reproducen los desequilibrios monetarios recurrentes.

El cuadro anterior refleja al mismo tiempo la presencia de un “Criterio de Reservas Óptimas” para el año en curso, cuyo nivel viene sujeto al del PIB Real del año anterior, probablemente corregido por el esperado a final de año, valorado al tipo de cambio oficial. A su vez, la trivialidad del criterio señalado, considera que las Reservas Internacionales Netas deberán crecer interanualmente, a la tasa que observe el PIB Real.

Luego, éste criterio de óptimo que “puuuudo entre comillas” tener alguna vigencia al cierre de 2006, se desvío con la profundización y el repunte de los desequilibrios monetarios, financieros y reales, observados desde ese mismo año[11].

En tal sentido, es posible advertir una obsolescencia instrumental y de criterios dentro del modelo de planificación macroeconómica 2006-2008, para la economía monetaria, financiera y real.[12]

RESUMEN Y CONCLUSIONES
1. La mecánica del Sistema Financiero Nacional se inicia a partir de la monetización de los excedentes comerciales y de capital registrados por la Balanza de Pagos y que determinan las variaciones de naturaleza exógena de la Base Monetaria.
2. La estabilidad del Sistema Bancario Nacional en sus función de creación secundaria de dinero también estará entonces determinada exógenamente por el comportamiento de las Fuentes fundamentales de la Base Monetaria.
3. Cuando la inestabilidad del Sistema Financiero persiste, ésta condición será suficiente para la inestabilidad permanente de los mercados internos.
4. Los mecanismos de reproducción monetaria dentro del Sistema Bancario se encuentran sujetos por el lado de la oferta a las restricciones que imponen las leyes de la República. Mientras que por el lado de la demanda, serán los costos financieros las restricción que determine las preferencias del público con respecto a los diferentes usos del dinero (Demanda de Dinero).
5. Cuando en el mercado se observa una adversión hacia la demanda de crédito, es probablemente la presencia de distorsiones originadas en un escenario previo de alto volumen de medios de pago en circulación.
6. Si ese es el caso, la economía debe entonces estar observando una expansión de la demanda de importaciones, de activos reales bajo la forma de bienes de uso durable, y de activos monetarios y financieros externos.
7. En el caso de un régimen cambiario con imperfecta movilidad de capital, la inestabilidad vendrá determinada por el superávit cambiario de los excedentes monetarios comerciales y de capital de origen externo, que al final se traducen las inyecciones adicionales de dinero base y nuevos depósitos contables en el Sistema Bancario.
8. Cualquiera sea el criterio que defina el óptimo de las Reservas Internacionales, en consecuencia de la Base Monetaria, éste deberá garantizar rigurosamente la congruencia entre su magnitud, el tamaño de la economía real, la cantidad de dinero en circulación y el tipo de cambio nominal;
9. La instrumentación de las medidas de políticas públicas, monetaria y cambiaria, debe necesariamente comenzar apuntando hacia el objetivo de estabilización de las fuentes de la Base Monetaria.
10. Luego, la efectividad de la política monetaria exige como condición inicial la ausencia de “goteras” que inyecten inestabilidad en la Base Monetaria y “fugas” por donde se escapa la propulsión del proceso de capitalización.
11. La efectividad de las medidas de políticas públicas que pretenden inducir cambios dentro de las estructuras que están a su alcance, en particular la monetaria, exige de una instrumentación sorpresiva y no de su divulgación prematura.

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[1] Bajo condiciones superavitarias de la Balanza de Pagos.
[2] Pasivos monetarios emitidos por el Banco Central donde se agrega una cantidad de dinero de alta capacidad para generar en mayor proporción una cantidad de medios de pago de circulación interna denominada, Oferta Monetaria.
[3] Depósitos que la Banca y Otras Personas Jurídicas mantienen en el Banco Central, sin generar intereses.
[4] También llamadas Reservas Internacionales Operativas
[5] Se entiende por condiciones materiales, el entorno y otros determinantes objetivos que rodean y están presentes en la economía interna, pudiendo en un momento contribuir e impulsar el crecimiento de los mercados o, al contrario, ofrecer resistencia y obstaculizar ese proceso. Básicamente, se trata de factores económicos de influencia económica como la estructura y tamaño de los mercados, la distribución del ingreso, salario real y capacidad de ahorro, disponibilidad de financiamiento interno, la estructura de la producción y del empleo, nivel de la tecnología y de capacitación del recurso humano, tipo de cambio real, términos de intercambio, condiciones y ventajas comerciales, estructura impositiva y redistribución del ingreso, nivel de la infraestructura, vías de comunicación y sistemas de transporte, etc.
[6]Emisión de bonos y otros títulos de deuda pública, además de la socialización del capital a través de la emisión de acciones de algunas empresas.
[7]Que no se originan del crecimiento de la economía real, particularmente, de los sectores primario y secundario de la producción interna.
[8]Conjunto de elementos patrimoniales cuya permanencia esperada en el patrimonio empresarial es inferior a un ejercicio contable. Son elementos adscritos al ciclo corto o ciclo de explotación de la empresa. (http://www.degerencia.com/glosario.php?pid=80)
[9] Cuando las variables del modelo están expresadas en términos reales entonces la tasa de interés de equilibrio también deberá reflejar las condiciones impuestas por la inflación; siendo éste otro elemento de análisis a tomar en cuenta para fundamentar la fórmula del óptimo de las Reservas Internacionales y la convergencia monetaria.
[10] ACTIVOS DE RESERVA: Los Activos de Reserva del Instituto son todos aquellos recursos bajo el control inmediato y disposición efectiva de la autoridad monetaria, aceptados externamente a cambio del suministro de bienes o de la prestación de servicios, usados para financiar directamente los desequilibrios de la Balanza de Pagos para regular indirectamente la magnitud de dichos desequilibrios mediante la intervención en los mercados cambiarios, con miras a la protección del tipo de cambio de la moneda nacional y garantizar la circulación monetaria interna, así como para la obtención de recursos vía crédito externo o mediante la venta de activos internos en el exterior. (Banco Central de Venezuela)
OTROS ACTIVOS EN DIVISAS: Este grupo del balance general está representado por bienes, recursos y derechos, denominados en divisas, pero que no cumplen con los requisitos exigidos para ser catalogados como activos de reserva. (Banco Central de Venezuela)
[11] Mientras que el PIB real creció en 26.7% durante el período 2005-2008, la cantidad de dinero M2 hizo lo propio en 174.6%
[12] La planificación macroeconómica y su instrumentación convencional no cuenta con “ases bajo la manga” para incidir sobre la dinámica de los mercados y solucionar simultáneamente en el breve y corto plazo, los problemas económicos de naturaleza estructural que llamaremos “El Problema de las Tres I”: Ineficiencia, Inestabilidad e Inequidad; estando las primeras doblemente implicadas y sobredeterminando a la tercera I.
Existen solamente dos escenarios donde una menor inflación puede ser observada:

1. En períodos de expansión siempre que la economía no se acerque al pleno empleo;
2. En períodos de significativa contracción de la ocupación productiva.

En el primero, el crecimiento sostenido del ingreso y la disponibilidad de una capacidad de producción adicional para satisfacer oportunamente la mayor demanda de bienes de consumo inmediato y de uso durable, podrá inducir excesos de oferta en los grupos y subgrupos de bienes y servicios que actúan como marcadores dentro de la dinámica del IPC, y donde los mecanismos de ajuste de precios determinarán un proceso de convergencia cuyo comportamiento viene explicado por una función warrasiana de exceso de demanda (pendiente negativa).
Mientras que en el segundo escenario, las contracción de la producción interna (insumos primarios y bienes intermedios) seguida de una reducción mas que proporcional en el consumo, determinarán un menor nivel medio de precios. Fenómeno que en ningún momento representa un control de la inflación, tal como pretendieron vender los resultados nominales de la “Agenda Venezuela”, los responsables de la política económica del segundo período presidencial del Dr. Rafael Caldera. En las estadística oficiales del BCV se verifica que al cierre de los años 97, 98 y 99, las tasas de inflación registradas fueron de 37.6%, 29.9% y 20%, respectivamente, toda vez que la tasa de crecimiento del PIB real para los mismo años fue de 6.4%, 0.3% y -6.0%.



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